TERTULIA POLÍTICA
Se desmorona Jaime
Bonilla
Hoy, Bonilla mantiene una feroz guerra en contra
de que los carros “chocolates” circulen libremente, como
lo hacen los afiliados a la Asociación Nacional
de Protección a los Mexicanos (Anapromex),
que preside Fidel Villanueva Ramírez, en todos
los estados de la frontera norte… (habla a diario de decomisos,
pero en ningún momento incluye a los que circulan
con el distintivo de Anapromex, sabe que gozan de un amparo
de la justicia federal, que provocaría incluso
su caída del gobierno, en caso de que se meta con ellos
de que los carros “chocolates” circulen libremente, como
lo hacen los afiliados a la Asociación Nacional
de Protección a los Mexicanos (Anapromex),
que preside Fidel Villanueva Ramírez, en todos
los estados de la frontera norte… (habla a diario de decomisos,
pero en ningún momento incluye a los que circulan
con el distintivo de Anapromex, sabe que gozan de un amparo
de la justicia federal, que provocaría incluso
su caída del gobierno, en caso de que se meta con ellos
Pedro Martínez
Serrano
El gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez es un sujeto con antecedentes penales, profundamente corrupto, traicionero,
reptil y trepador, oportunista y bufón, según se ofrezca, según sienta que
complace y queda bien con Andrés Manuel
López Obrador, de quien dice en corto, que le debe mucho, pues durante
cuando menos dos de sus campañas en busca de la presidencia de la República, lo
patrocinó con varios millones de dólares.
Y consecuencia
de ese adeudo presidencial con él, Bonilla
siente que encabeza un gobierno autónomo, en el que puede hacer lo que le
venga en gana, más allá de los ordenamientos constitucionales (signo de la 4ta.
Transformación), primero intentó ampliar su administración de 2 a 5 años, con
el voto pagado de los integrantes de la anterior y la actual legislaturas de la
Baja California, no lo consiguió.
Luego ninguneó y ofendió a los
empresarios, lo menos que les dijo, es que son como “un puerco atorado en un
cerco”; sus locuras no tienen límite, como tampoco su proclividad al dinero
fácil, lo que se acreditó en el arranque de su administración, cuando explotó
el escándalo de los “moches”, cuando el ex diputado local, Rosendo Colorado denunció haber entregado millones de pesos a dos
funcionarios más tarde cesados, de lo que estaban enterados el secretario de gobierno,
Amador Rodríguez Lozano y el
mismísimo gobernador Jaime Bonilla
Valdez.
La preocupación del señor Bonilla, que en su oportunidad renunció
a su nacionalidad mexicana, para poder contender por la titularidad del
Distrito de Agua de Otay Mesa, en San Diego, California, de dotare de cientos
de miles de desayunos calientes para estudiantes de educación básica, resultó
un fiasco, una burla, la oportunidad para pedir dinero a empresarios a los que
ofreció obra a cambio de donativos generosísimos.
Luego,
recién arrancó su (des) gobierno, Bonilla
Valdez volvió a cambiar de opinión con relación a los carros de procedencia
extranjera, pues cuando el ex gobernador Francisco
Vega intentó hacer un censo y decomisos como los que él ordenó ahora, se
opuso rotundamente e increpó al mandatario panista, lo amenazó incluso de demandar
juicio político en su contra.
Hoy, Bonilla mantiene una feroz guerra en contra de que los carros “chocolates”
circulen libremente, como lo hacen los afiliados a la Asociación Nacional de
Protección a los Mexicanos (Anapromex), que preside Fidel Villanueva Ramírez, en todos los estados de la frontera norte.
El norteamericano renegado de su
nacionalidad mexicana, habla a diario de decomisos, que si ya van 100, que si
van 150, pero en ningún momento incluye a los que circulan con el distintivo de
Anapromex, sabe que gozan de un amparo de la justicia federal, que provocaría
incluso su caída del gobierno, en caso de que se meta con ellos.
En el colmo de la estupidez, el gobernador
al que se acusa entre dientes de golpeador de mujeres, no entiende que la
economía de Baja California, se mueve sobre ruedas de carros de origen
extranjero y, aunque su pariente y secretario de Economía, el oportunista Mario Escobedo sabe que la altísima contribución
al Producto Interno Bruto Nacional (PIB) de Baja California, no se lo dice, lo
secunda en sus locuras, porque dentro de unos meses, buscará ser el candidato a
gobernador para el 2021.
Y más, el loquillo, bipolar
y desquiciado Bonilla no para en sus
ocurrencias y torpezas políticas, en las que incurre, porque como él dice, Andrés Manuel se la debe. Ahora anuncia
que rifará la casa de gobierno, que porque él no la ocupa y claro que no la
ocupa, él sigue viviendo en San Diego, Estados Unidos.
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