viernes, 30 de octubre de 2020

Causó risa Bonilla en Palacio Nacional…
Gobernador de BC, corría por pasillos palaciegos
del brazo de Ayala, buscando a López Obrador

Luego de la fotografía, celebraron en
el Envy Bar un antro Gay de Polanco

Pedro Martínez Serrano

CDMX.- Un buen amigo que tengo y mantengo en la Presidencia de la República, desde los tiempos de Felipe Calderón Hinojosa, que ahora es un Morenista empedernido, defiende de todo y por todo a Andrés Manuel López Obrador, pero ayer no se aguantó ni la risa, ni las ganas de llamarme, para platicarme entre carcajadas, las escenas que presenció del gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez y “su muchachito” (no sabía, dice, que era gay).

        Luego de carcajearse, casi hasta el grado de no poder hablar, mi informante suelta: “el gobernador Jaime Bonilla, con todo y que antes era gritón, fanfarrón y parecía hombre por los cuatro lados, ayer convirtió los pasillos de Palacio Nacional, en una burda y vulgar jaula de las locas; corría del brazo y por momentos de la mano del alcalde de Ensenada, Armando Ayala. La escena era muy pintoresca”.

        No seas mamón le dije; no te creo que se les haya salido lo gay en pleno Palacio Nacional… Tú sabes, qué va a decir el presidente…

        En eso estaba, cuando el informante siguió: “Jaime Bonilla es tan corto y limitado, que ni siquiera me conoce y eso que hemos volado más de 20 veces en el mismo vuelo de la Ciudad de México a Tijuana y al revés; nos hemos sentado en asientos juntos, pero como es soberbio y altanero, no saluda, es fanfarrón y soberbio, que no me conoce”.

        Y más:

        “Lo debiste ver, corría en Palacio Nacional y tocaba puertas, como si buscara a alguien en un lugarsucho de mala muerte… Dos veces me preguntó si sabía en qué salón estaba el Presidente López Obrador… Claro que lo sabía. Es mi obligación, trabajo muy de cerca con el señor Alfonso Romo, pero no le dije; debiste ver lo cómico que se veía de la mano del homosexual que mal gobierna Ensenada, un tal Armando Ayala que se cotorneaba tanto, que sentí que se iba a romper”.

        Lo más gracioso del tema, es que luego de que el gobernador y su pareja consiguieron la fotografía con el presidente de la República, celebraron en el Envy Bar un antro Gay de Polanco. Y a Bonilla Valdez, no se le veía incomodo, convivía muy ameno con varios de los parroquianos, todos barbones y bigotones, al menos los que a ellos les gustaron.

1 comentario:

  1. yo pienso en mi humilde opinion que su tendencia sexual no tiene nada que ver con su trabajo y lo que hagan en baja california, si es bien entendido que al menos deben respetar el lugar donde nuestro presidente se encuentra pues ante todo discrecion de ahi en fuera su vida es su vida y no somos nadie para juzgar o criticar sus tendencias eso no cambia nada en su gobernatura,si gobiernan mal o bien es punto y aparte, si son engreidos y soberbios es su falta de educacion y buenos modales ya que como figuras importantes de un estado deben ser mas abiertos y sociables, pero en fin cada quien solo que yo respeto sus tendencias si son o no gays es muy su vida y hay que respetar la forma de pensar y de vivir de otros pues estamos en un pais libre donde cualquiera puede sentirse libre de ser como quiera ser, aclaro no soy lesbiana ni estoy a favor de nadie solo es una opinion sobre ese tema pues me parece poco profesional incluso publicar cosas de la vida de otros

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